Cómo cambiar la tendencia a la negatividad
En los años 50, el neuropsicólogo Donald Hebb descubrió que las neuronas que se encienden juntas repetidamente generan al poco tiempo una respuesta automática, automatizando así nuestras conductas, pensamientos y emociones habituales. Cada vez que pensamos un pensamiento reforzamos su aparición futura. Es así que sin quererlo nos surgen una y otra vez los mismos pensamientos y emociones, tanto los positivos como los negativos.
Nuestro cerebro se programa a sí mismo para funcionar de manera eficiente y ahorrar energía. Esto significa que si te enfocas repetidamente en la crítica, la preocupación y la victimización, tu cerebro aprende a reproducir esta conducta ante cualquier situación de vida; y con el tiempo, ésta se vuelve tu realidad.
Nos volvemos expertos en aquello que hacemos una y otra vez.Así formamos nuestros hábitos, tanto los saludables como los que no los son. Y los pensamientos negativos son un hábito
La buena noticia es que nuestros hábitos se pueden cambiar, o en otras palabras, reprogramar. Si estás programado a pensar en negativo, estos pensamientos son los que te parecerán naturales. Solo lo son porque te has acostumbrado a pensarlos.
Si estás dispuesta a cambiar tu paisaje mental, y en consecuencia aumentar tu bienestar emocional, aquí tienes tres herramientas para lograrlo:
Observa tus pensamientos. Cuando te encuentres en una queja, simplemente obsérvala sin enjuiciarte. Te quejas porque inocentemente has aprendido a hacerlo. Pero puedes elegir correrte del problema y pararte en la solución. Para poder cambiar un pensamiento es esencial que sea creíble para tí. Ten en cuenta que el cerebro es cómodo y le molesta el cambio. Es muy posible que experimentes resistencia a aceptar un pensamiento diferente. Si te es muy difícil cambiar tu pensamiento negativo prueba anteponerle la frase: “estoy pensando que…. (mi hijo nunca me llama)” Verás cómo disminuye la intensidad de la emoción que te provoca quejarte.
Agradece. Cada mañana (o cuando te encuentres atrapada en pensamientos negativos) escribe 10 agradecimientos. Son solo diez oraciones que te harán conectar con lo bello que tiene tu vida. Desde lo pequeño, como acceder a agua potable o una ducha tibia hasta lo más significativo, como los seres queridos que tienes a tu lado. Todas tenemos mucho más de diez razones por las cuales agradecer. Conéctate con ellas!
Fortalece tus caminos neuronales de emociones positivas. Practica el ejercicio de recordar momentos felices de tu vida. Precisas entre 5 y 15 segundos de mantenerte en el recuerdo para “sellar” esos caminos en tu mente. Un buen recurso es tener a mano fotografías de tus vivencias felices pasadas.
Y lo más importante: recuerda que tu cerebro lleva mucho tiempo practicando la conducta, el pensamiento y/o la emoción que deseas cambiar. Necesitas constancia, paciencia y mucha amabilidad contigo misma para modificar tu cerebro. Ten en cuenta que si repites una y otra vez conductas diferentes (las que deseas automatizar) tu cerebro no tiene opción. Se reprograma siempre.
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